Este largometraje desvela historias increíbles y momentos de gran belleza de la vida salvaje que ocurren en un ecosistema único de la Península Ibérica, La Dehesa.
Encinas, alcornoques y quejigos forman un bosque donde se retan los grandes herbívoros, cazan los elegantes linces ibéricos y las águilas, y donde las flores esconden a los depredadores con camuflajes sorprendentes.
No obstante, también es un lugar amable que recibe cada año a miles de especies viajeras que recorren grandes distancias y que tienen en estos parajes sus refugios para la época de invierno, por el cálido clima del ecosistema y por las bellotas, uno de los alimentos más preciados y considerados como el oro de La Dehesa.
Un modelo forestal único en el mundo, donde el hombre y la vida salvaje caminan juntos
El protagonista indiscutible de esta película es el propio ecosistema, La Dehesa, uno de los que más biodiversidad tienen en el mundo y que es exclusivo de la Península Ibérica.
En este hábitat se concentran especies únicas de la fauna ibérica, como las cigüeñas negras, buitres negros, linces ibéricos o águilas imperiales.
Imágenes sorprendentes, muy complicadas de rodar y en muchas ocasiones, jamás vistas
La Dehesa es un lugar poblado por el hombre y de fácil acceso, donde cámaras de aficionados y profesionales han recogido gran cantidad de imágenes de sus paisajes y habitantes.
Por lo que, el reto del equipo de la película ha sido conseguir enseñar La Dehesa de una manera diferente, como nunca antes se había filmado.
Para ello, han contado con sofisticados equipos de rodaje, un excelente equipo humano de profesionales de distintas áreas y más de dos años de rodaje hasta conseguir la excelencia en cada secuencia.