Los lémures reciben este nombre por los fantasmas o espíritus d ela mitología romana debido a los sonidos que emiren, sus brillantes y llamativos ojos y los hábitos nocturnos de algunas especies.
Desde 1960 es ilegal cazar o matar lémures en Madagascar, el único lugar del mundo en que viven en estado salvaje estos animales en estado crítico de extinción debido a la caza furtiva.
Otra de las causas para que este primate esté extinguiéndose es que el 90% de los bosques en los que este animal vive en Madagascar están despareciendo lo que está provocando una disminución en su hábitat y población de manera irremediable.
Ante esa desoladora situación, los lémures estám huyendo y se están refugiando en un sitio más seguro para vivir. Se trata de una reserva privada: Nahampoana.
Esta reserva se fundó hace 20 años y abarca 50 hectáreas en las que viven 150 de estos animales, endémicos de la isla. De las 100 especies conocidas en Madagascar, sólo seis se encuentran viven en el parque, entre ellos los lémures de cola anillada (Lemur catta) el más emblemático de todos.
Este país reconoce a los lémures como uno de sus recursos más preciados, pero que no tiene el dinero suficiente para conservación teniendo en cuenta que más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza.