En Hazte Eco os traemos una historia muy bonita de superación, cariño y amistad. 

El gato Lucifer, el protagonista, llegó a esta clínica veterinaria cuando, por accidente, le pillaron con una puerta provocándole un daño irreversible en su columna vertebral, impidiéndole que volviera a caminar.

Como Lucifer no tenía una familia con la que vivir, la clínica veterinaria decidió adoparlo y desde entonces es uno más.

Así, se ha convertido en un particular enfermero y es el compañero perfecto para otros animales que tienen problemas de salud.

También ha sido donante de órganos y ayudado a otros gatos  que pudieron salvar su vida gracias  a él. 

Un particular héroe, que a pesar de tener dificultad para moverse, se ha convertido en la mejor compañía tanto para animales como para los doctores de la clínica.