La revista científica Ecography ha publicado un artículo del que son co-autores Constantí Stefanescu y Ferran Páramo, investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Granollers y, el primero, también investigador asociado del CREAF. Los resultados indican que el tamaño de las poblaciones de mariposas fluctúa de manera diferente en función de la latitud en la que viven.

En las latitudes altas, las poblaciones de mariposas sufren altibajos más drásticos que en las latitudes más bajas. "Los ecólogos sabemos que cuando el tamaño de una población es muy inestable hay más riesgo de que se extinga, por lo tanto los resultados de este estudio también indican que en las latitudes altas hay más probabilidad de que algunas especies se extingan ", confirma en Constanti Stefanescu.

¿Cómo se ha realizado la investigación?
El trabajo es fruto de una colalaboración entre científicos ingleses y catalanes, a partir de la exploración de los datos de los proyectos de seguimiento de mariposas británico (ukBMS) y catalán (cBMS). El trabajo se basa en el análisis de los datos recogidos durante 20 años en el marco de los dos proyectos del sobre una treintena de especies de mariposas presentes tanto en Cataluña como en las Islas Británicas.

La temperatura y la diversidad del paisaje son claves para asegurar la supervivencia de las mariposas. Las fluctuaciones intensas se relacionan con el clima de las latitudes altas, muy frío y poco favorable para estos insectos que necesitan el sol para termoregularse.

La importancia de los resultados
El estudio demuestra que la estructura del paisaje también ayuda a explicar estas fluctuaciones. Se ha observado que cuando es muy diverso, tanto en el  tipo de ambientes como en la complejidad del terreno, las poblaciones fluctúan menos. Este resultado tiene implicaciones importantes en la biología de la conservación, ya que indica la necesidad de proteger los paisajes en mosaico y evitar que se uniformizen.

Por otro lado muestra la importancia de conservar los paisajes complejos en áreas de montaña donde, gracias a la existencia de microclimas variados, las mariposas pueden encontrar varios refugios cuando las condiciones climáticas son extremas. Este hecho es especialmente importante en el área mediterránea, donde las predicciones del cambio climático apuntan a una incidencia cada vez mayor de las sequías, con los consecuentes efectos muy negativos sobre las plantas y animales que allí viven.