Se trataba de una rinoceronte de 44 años que estaba siendo tratada por las diversas enfermedades que sufría fruto de su avanzada edad. 

Del total de rinocerontes blancos que quedan en el mundo, dos se encuentran en zoos de Estados Unidos y Europa mientras que los otros tres restantes habitan en paques naturales de África.

Esta especie ha sufrido durante muchos años la caza furtiva por el marfil de sus cuernos. Los rinocerontes blancos que han vivido en cautividad no han llegado a reproducirse, hecho que les acerca más a la extinción. Para evitarlo el zoo de San Diego ha almacenado semen y tejido testicular para investigar con nuevas tecnologías nuevas formas de reproducción.