Cuatro de estos polluelos son fruto de dos parejas de pingüinos Juanito que en su día ya nacieron en el Oceanogràfic (Chopin y Flash y Beethoven y Strauss), mientras el quinto polluelo es hijo de Bolo y Melibea, según fuentes del grupo Avanqua.

Las cinco crías pueden verse en el pingüinario de la zona del Antártico, con el aliciente de poder observar cómo son cuidados y alimentados por sus propios padres.

La incubación de los huevos, de 500 gramos aproximadamente cada uno, suele durar de 36 a 41 días y tanto el macho como la hembra comparten la tarea de cuidar de ellos.

Tras la eclosión del huevo, las crías son totalmente dependientes de los padres durante unos 70 días en los que son alimentados con pescado regurgitado al tiempo que cambian su plumón por pluma, para poder sumergirse en el agua y soportar sus bajas temperaturas.

Durante este periodo tendremos la ocasión de disfrutar de su presencia en el pingüinario del Oceanogràfic, según las fuentes, que añaden que sus piruetas acuáticas a más de 30 kilómetros por hora atraen la atención de niños y mayores a su paso por la instalación del Antártico.