El hábitat natural de estos peces suele estar a 5 ó 6 millas de profundidad. Se cree que una de las razones por las que hayan abandonado su lugar de procedencia es para morir en la playa. Pero después de realizar las pruebas médicas al último ejemplar encontrado, se vio que éste era hembra y estaba embarazada de al menos cuatro crías.

La hipótesis de que los peces raya se acercan a la costa para parir cobra fuerza, sobre todo teniendo en cuenta que todos los ejemplares encontrados hasta el momento han sido hembras y estaban embarazadas.

Los expertos del Oceanográfico han explicado que también es posible que se acerquen a las costas “atraídos” por la temperatura cálida del agua, que este verano está siendo “un poco más baja de lo habitual”. 

Este fenómeno de los peces raya ocurre tan solo unos días depués de que se encontrara un misterioro pez de cinco metros en la playa Luis Siret, en la pedanía de Villaricos de Cuevas del Almanzora (Almería). 

Debeido al avanzado estado de descomposición del ejemplar no se ha podido conocer su origen ni su especie, aunque parece descartado que pueda tratarse de algún tipo de mamífero y se trataría de un pez, no será posible determinarlo por el momento con pruebas de ADN, debido a que ninguna entidad se ha hecho cargo de los costes que conllevaría este análisis. Por ello, los restos del animal han sido enterrados después de ser estudiados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Asociación en Defensa de la Fauna Marina (Promar).