El desgaste del plástico en el medio marino supondría más de 1.300 años antes de su desaparición, como adelanta una nueva investigación que advierte de los peligros de este material en mares y océanos.
A partir de un análisis de los años que podría sobrevivir un bloque de construcción de plástico, la Universidad de Plymouth destaca que, pese al desgaste que constituye el alisado y la decoloración de las piezas de LEGO, su durabilidad sería superior a los 1.000 años.
Así, y a partir de miles de piezas y otros productos plásticos obtenidos en las playas, como parte del proyecto LEGO Lost and Sea, se ha procedido al estudio de 50 de estos bloques. Para ello, y mediante un espectrómetro de fluorescencia de rayos X, se ha podido averiguar la edad concreta de cada pieza.
Por otra parte, al emparejar estos ladrillos de plástico hallados en el mar con piezas idénticas conservadas de los años 70 y 80, ha sido posible observar una durabilidad que tan solo constituía desgastes mínimos en las piezas recogidas. Además, si bien no se detectaban demasiados desperfectos, sí se podía observar que la forma más característica de desgaste eran fracturas o la descomposición en fragmentos de estas estructuras.
Esto, advierten los expertos, supondría otro problema sumado al de la excesiva durabilidad de las piezas, puesto que al separarse en fragmentos más pequeños aumentarían los microplásticos del océano.