La población de ballenas jorobadas se ha triplicado en Brasil en una década hasta registrar en la actualidad cerca de 10 mil ejemplares, según informa el instituto Ballena Jorobada dedicado a la conservación de este cetáceo.

El 90% de los ejemplares de esta especie se concentran en los alrededores del archipiélago de los Abrolhos, cerca de la costa de los estados de Bahía y Espírito Santo, al este de Brasil.

El director de investigación del Instituto, Milton Marcondes, afirma que la población de ballenas jorobadas era el tres veces mayor que la actual a comienzos del siglo XX, pero la caza furtiva diezmó su población hasta los 1.000 individuos en 1966, año de su prohibición.

Las ballenas salen de la zona Antártica en el invierno austral para dirigirse al norte en busca de aguas más calientes y retornan al sur entre los meses de septiembre y noviembre.

A punto de la extinción
Las ballenas jorobadas casi habían desaparecido de las costas brasileñas luego de la caza que comenzó en el Siglo XVII. La recuperación del número de cetáceos se debe a la prohibición de la pesca de estos mamíferos que Brasil impuso en 1987  y al trabajo de educación a los pescadores.

En el siglo XIX y comienzo del XX se usaba la grasa de las ballenas para la iluminación pública y para usarla como argamasa en la construcción de viviendas.