Los expertos esperan que durante el mes de agosto, todos los corales que se encuentran en cautividad sean capaces de reproducirse. Un acontecimiento que forma parte del plan nacional estadounidense para salvar, y garantizar la supervivencia de estos animales, de una enfermedad endémica que afecta a la mayoría de las especies del Gran Arrecife de Florida.

Durante los últimos cinco años, una enfermedad que afecta a cada vez más especies de coral, ha llevado a que se activen todas las alarmas y que, por primera vez, una autoridad ambiental estatal haya permitido extraer miles de ejemplares sanos del Gran Arrecife de Florida, para su preservación.

Hasta 60 entidades públicas y privadas del país se han unido para proteger a una especie que destaca por su fragilidad y por la dificultad de supervivencia fuera de su ambiente natural. Por ello, los expertos esperan que durante unos días del mes de agosto, las condiciones del ciclo lunar favorezcan la reproducción de los ejemplares rescatados.

Esta enfermedad, que supone la pérdida de tejido coralino pedregoso, y podría llegar a afectar alrededor de a 25 de las especies coralinas situadas en Florida, se trataría de una patología bacteriana inusual, relacionada con la circulación de embarcaciones. No obstante, todavía se desconocen las causas de una de las enfermedades más dañinas para esta especie, que no parece que vaya a ser erradicada próximamente.