Un grupo formado por profesionales de todas las agencias pertenecientes al programa de la Estación Espacial Internacional (ISS) durante una semana aprenderán los protocolos de seguridad y las nociones básicas de la espeleología para, posteriormente, pasar otros seis días bajo tierra. El lugar elegido para realizar este proyecto es la isla de Cerdeña en Italia.

Los expertos de la ESA han explicado que la espeleología tiene mucho en común con la exploración del espacio. Así, durante esta misión los astronautas tendrán que trabajar en un espacio confinado, aislados del mundo exterior y prácticamente sin intimidad, mientras resuelven problemas con unos recursos muy limitados.

Esta iniciativa se incluye dentro del programa CAVES ('Aventura Cooperativa para Valorar y Ejercitar el Comportamiento y las Habilidades') y está diseñada para ser lo más realista posible. El campamento base instalado a la entrada de la cueva actuará como centro de control, comunicándose con los astronautas dos veces al día para discutir el progreso de su misión, al igual que sucede con la ISS.

Durante la estancia bajo tierra, los astronautas sólo recibirán un envío de suministros. Tendrán que escoger lo que van a necesitar con sumo cuidado, y avisar al centro de control con 24 horas de antelación para que preparen el cargamento.

Bucarán nuevas formas de vida
Esta oportunidad servirá para llevar a cabo un "intenso" programa de investigación. Según ha indicado la ESA, tal y como se hace en el espacio, la agenda de los astronautas estará repleta de actividades científicas y de pruebas de nuevos equipos o procedimientos.

Una buena parte de las cuevas de Cerdeña permanece sin explorar o sin cartografiar. De este modo, los astronautas tendrán que adentrarse por pasadizos desconocidos mientras deciden qué partes de la cueva van a explorar. A medida que avanzan, tendrán que dibujar un mapa que les permita encontrar el camino de vuelta al campamento base, y que contribuirá a futuros trabajos de exploración de este sistema de cuevas.

El objetivo de los astronautas es buscar nuevas formas de vida. "Nadie ha buscado vida en estas cuevas de forma sistemática", ha destacado la instructora de astronautas de la ESA y diseñadora del curso CAVES, Loredana Bessone, que ha apuntado que "siempre es bueno encontrar una nueva forma de vida, grande o pequeña".

Para esta misión, los astronautas seguirán los mismos protocolos de seguridad que se utilizan durante los paseos espaciales, y probarán un nuevo sistema de comunicaciones. Con la ayuda de sus instructores, los astronautas podrán evaluar su capacidad para trabajar en equipo y sus dotes de liderazgo durante las dos semanas que durará este curso.