En términos globales, la comida que tiramos a la basura está valorada en 400.000 millones de dólares, cantidad que podría ascender a 600.000 millones en la próxima década, al aumentar un tipo de clase media derrochadora en países en vías de desarrollo. 

Reduciendo la cantidad de comida desaprovechada entre un 20 y un 50% se podrían ahorrar entre 120.000 y 300.000 millones de dólares anualmente para 2030, sostiene el informe de la Comisión Global sobre Economía y Clima, grupo internacional liderado por el ex presidente de México, Felipe Calderón.

El malgasto de comida en los países en desarrollo se debe fundamentalmente a la inadecuada refrigeración de los equipos y a la pobre red de transportes entre los mercados y las plantas de procesamiento.

"Menos derroche de comida significa una mayor eficiencia, mayor productividad y ahorro directo para los consumidores", dijo en un comunicado la directora del Programa Global para New Climate Economy, proyecto de la Comisión Global, Helen Mountford. "Esto también significa que hay más comida disponible para alimentar a los aproximadamente 805 millones de personas que se van con hambre a la cama cada día", explicaba.

El Programa de Acción de Recursos y Desperdicios (WRAP, por su siglas en inglés), que elabora el informe para la Comisión Global, tiene una alianza con agencias de Naciones Unidas incluyendo la FAO, que proporciona herramientas a los consumidores para prevenir el malgasto. 

En los países en desarrollo, alrededor del 25% podría ser eliminado con mejor equipos de refrigeración, dijo el WRAP. En los países desarrollados los consumidores con los responsables de la mayoría de los desperdicios de comida, por comprar demasiados alimentos y cocinar mayores cantidades de las necesarias, mientras que en los países en desarrollo el malgasto se produce antes de que la comida llegue a los consumidores. 

Junto con la mejora de la eficiencia económica, reducir los desperdicios también tiene grandes implicaciones para el medio ambiente.

Se estima que el 7% de la emisión de gases de efecto invernadero, equivalente a 3.300 millones de toneladas de dióxido de carbono, se debe al malgasto de comida, según esta investigación.