Los residuos urbanos no se van de vacaciones. En verano, al igual que en cualquier otra época del año, seguimos produciendo basura que necesariamente hay que tratar, estemos donde estemos. A continuación te damos las claves para que no te olvides de como se deben tratar los residuos.

1) Reducir
El primer paso es reducir. Disminuir la producción sigue siendo el primer eslabón de nuestra cooperación en el sistema. En Galicia contempla una reducción del 10%, lo cierto es que, debido fundamentalmente al menor consumo, este porcentaje se ha superado con creces, situándose ya en el 14%. No obstante, el haber logrado estas tasas no debe hacernos caer en la autocomplacencia y el objetivo es seguir trabajando para estabilizar la producción de desechos y deslingarla del crecimiento económico.

Apostamos por un consumo responsable, la máxima 'el mejor residuo es el que no se produce' debe guiar en todo momento nuestros comportamientos.

2) La reutilización y el reciclaje
La reutilización y el reciclaje constituyen asignaturas pendientes también en la época estival, donde la generación de envases en los hogares se dispara debido al cambio de hábitos: más comidas rápidas, menos menús elaborados y, por tanto, menos restos orgánicos.

Los porcentajes de reciclado se encuentran en Galicia en estos momentos en el 12%, el objetivo es llegar al 30% en el horizonte del 2020. Y para ello, campañas educativas como 'Separemos ben, reciclaremos mellor', promovida por la Consellería de Medio Ambiente y Sogama de la comunidad gallega, cuenta con el apoyo de Ecoembes, Ecovidrio y los sistemas integrados de gestión de pilas (Ecopilas, Ecolec y ERP), redoblarán esfuerzos en agosto y septiembre, coincidiendo con fiestas, ferias y mercados de nombre en determinados ayuntamientos. Un aula móvil atendida por educadores medioambientales circulará por los eventos veraniegos de mayor interés en Galicia, informando y formando a la ciudadanía en las buenas prácticas ambientales vinculadas a la mejor gestión de los residuos.

Dando una segunda oportunidad a los productos, evitaremos convertirlos en desperdicios y, en consecuencia, se disminuirá el coste asociado a su gestión y el impacto ambiental que, en mayor o menor medida, traen consigo.

3) Separar
La separación de desechos constituye un gesto que en ningún caso debe relajarse, con independencia del lugar en el que nos encontremos. Así, debemos recordar que el contenedor amarillo es para los envases de plástico (botellas de agua, refrescos, leche, envases de productos de limpieza, geles de baño, colonia y champú, envases de mantequilla y yogur, bandejas de porexpán, envoltorios de plástico –magdalenas, galletas, etc-, bolsas de patatas fritas, aperitivos, golosinas, y bolsas plásticas comerciales), envases metálicos (latas de conservas, botes de bebidas, bandejas de aluminio, aerosoles, tapones metálicos, etc) y envases tipo brik (de zumos, leche, vino, batidos, caldos, etc).

Es importante tener en cuenta que deben vaciarse y plegarse los envases antes de depositarlos en el mismo, y evitar introducir unos dentro de otros, ya que ello dificulta la labor de las plantas de clasificación. Y muy importante: si la bolsa pesa más de lo normal, conviene revisar su contenido para comprobar si hemos incluido en la misma materiales destinados a otros contenedores. Es el caso del papel/cartón, vidrio, ropa, restos orgánicos y objetos que no entran en la categoría de envases ligeros.

En cuanto al contenedor azul, en éste deben depositarse únicamente envases de cartón (cajas de galletas, de cereales, de zapatos, etc), así como papel usado, publicidad, cajas de cartón de huevos, bolsas de papel, etc. Es conveniente plegar bien los envases de cartón, ya que ocuparán menos espacio y será más fácil introducirlos en el recipiente.

El iglú verde sólo acoge envases de vidrio, sin tapas ni tapones. Es el caso de las botellas de vidrio, ya sean de vino, cava, licores, frascos de cosmética y colonia, tarros de mermelada, conservas vegetales, etc.

El contenedor verde convencional esta destinado para al resto de residuos  (restos de comida, pañales, servilletas de papel usadas, ropa deteriorada y fuera de uso, etc).