Esta nueva tecnología, impulsada en este caso por el Centro de la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad (FIEB) y Telefónica, permite la interconexión digital de objetos cotidianos y seres vivos con Internet mediante la previa inserción de etiquetas de radiofrecuencia que facilitan su monitorización permanente.

Así, se puede analizar una especie determinada, desde las pautas del comportamiento durante el celo, la cópula, el parto y la cría hasta la incidencia de enfermedades o cualquier otro factor, sin necesidad de interferir en su entorno natural.

Así, a través de 35 cámaras es posible capturar imágenes en tiempo real de lechuzas, visones o águilas imperiales mientras otros sensores detectaban la temperatura y la humedad ambiente permitiendo una visión muy útil para intentar salvar todo tipo de especies.

En el caso del visón europeo, sólo existen hoy día tres poblaciones, en el norte de España y suroeste de Francia, en el delta del Danubio en Rumanía y en el norte y centro de la Rusia europea y todas ellas se encuentran en severo declive y por tanto en peligro de extinción.

De hecho, la Estrategia Nacional de Conservación de la Especie lo considera formalmente desde el año 2005 como el mamífero "más amenazado de Europa". En la península ibérica, el último censo reveló que quedan apenas unos 400 ejemplares.