Un grupo de científicos han encontrado un nuevo riesgo cerca de la ciudad de Los Ángeles durante un terremoto, lo que puede acelerar la aparición del temido 'Big One', un gran seísmo en la falla de San Andrés que supere los ocho grados en la escala Richter y que hunda la tierra incluso por debajo del nivel del mar. 

Los sismólogos estiman que en la falla de San Andrés, de unos 1.200 kilómetros de largo, que recorre la mayor parte de la extensión de estado de California, debería haber un gran terremoto cada 150 años. 

El último terremoto conocido en esta falla ocurrió en 1857, pero los tres terremotos que se han dado en los últimos 2.000 años en fallas cercanas a las afueras de los límites de la ciudad de Los Ángeles, han producido un hundimiento del terreno de hasta un metro, según un estudio publicado en 'Scientific Reports'.

En el nuevo estudio, desarrollado por científicos de la Universidad Estatal de California Fullerton y el Servicio Geológico de Estados Unidos, se muestran evidencias de que los terremotos más antiguos han causado que parte de la costa al sur de Long Beach cayera en torno al metro de altura.

Hoy en día, este descenso podría provocar que esta área acabase bajo el mar. "Es algo que ocurrirá de forma relativamente instantánea", ha señalado Matt Kirby, profesor del Cal State Fullerton, que ha añadido que "probablemente hoy, si ocurriera, verías la entrada de agua del mar".

La investigación se ha limitado a un área de aproximadamente dos millas cuadradas, dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Seal Beach, que actualmente está emparedado por las ciudades de Huntington Beach y Long Beach, el hogar de más de 600.000 personas, y cercana a la ciudad de Los Ángeles, donde viven en torno a 10 millones. 

En esta zona, el terremoto histórico más pequeño tuvo una magnitud de 6.3 y causó la muerte de 120 personas en 1933 y la inflación de casi mil millones de dólares en daños.