Enrique García, portavoz de OCU, explica que, en la actualidad, los consumidores están preocupados por el impacto ambiental de las bolsas de basura, debido a su uso extensivo. Para ello, esta organización, junto con otras tres asociaciones europeas, han analizado el ciclo de vida de 96 bolsas de materiales diferentes.

En este sentido, las bolsas de poliéster y polipropileno (rafia) tienen un impacto ambiental 30 veces menor que las de algodón, y son las que menos dañan el medioambiente a la hora de realizar la compra frente a las bolsas tradicionales de plástico.

Por su parte, las bolsas de algodón también resultarían una buena opción si no fuera por su elevado impacto ambiental, que puede ser hasta 100 veces mayor que el de una bolsa normal de supermercado.

Además, en caso de ser algodón ecológico, que necesita más agua, su impacto puede elevarse hasta las 149 veces. También deben evitarse las bolsas que complican su reciclaje, por lo que se desaconsejan las que mezclan materiales como el papel y el plástico.

Finalmente, tampoco es recomendable utilizar bolsas con tintas, o aquellas que utilizan cordones de colores, porque multiplican por 10 su impacto ambiental.