El pastoreo siempre ha sido un gran aliado para luchar contra el cambio climático. Contribuye a la protección de pastos, reduce el riesgo de incendios y genera paisajes únicos y diversos. Sin embargo, actualmente, está en peligro de extinción, por ello, la asociaciónRoble Moreno plantea la urgencia de recuperar esta profesión.

Por está razón, el nuevo taller de formación se plantea para jóvenes de entre 14 y 17 años, los cuales convivirán 5 días junto a un rebaño de cabras. Se trata de una ruta de trashumancia itinerante que viaja por distintos municipios, desde Puebla de la Sierra a Madarcos.

Un proyecto para conocer el medio rural y un modelo de vida sostenible que integran distintos profesionales de la sierra de Madrid, quienes acompañan al grupo intentando facilitar todo el proceso, ayudando a toda la parte relacional y cuidando de quienes tienen necesidades especiales.

Tratan de ir buscando espacios libres y huecos donde poder hacer dinámicas y actividades de educación ambiental y cohesión grupal relacionadas con el tema de la ganadería, las tradiciones, al mismo tiempo que tratan de dar a conocer el territorio con actividades que ellos también disfruten.

¿Es urgente recuperar el pastoreo?

Se pretende, a través de este taller, recuperar una profesión que se está perdiendo por completo y promover entre esta nueva generación los valores de conservación del pastoreo como profesión.

Y es que desde los años 60, el pastoreo ha ido decayendo en España. La figura del pastor se ha ido perdiendo y ha sido denostada. Rubén Blanco, el portavoz de la asociación explica que para él tampoco fue fácil tomar la decisión de ser pastor, y que de hecho no lo es. Como afirma, se trata de una afición en donde, como quien pasea a su perro, él pasea ovejas.

Sin embargo, el pastoreo es vital para la conservación de muchos espacios naturales, pues propone usar animales para mejorar la biodiversidad de un sitio.

Precisamente por esta pérdida de valor consumada, el proyecto ha resultado ser toda una sorpresa para la asociación, pues la respuesta de los jóvenes ha sido totalmente voluntaria y positiva, quienes, ahora se plantean poder ser pastores en un futuro.

Como afirma el portavoz, no les extrañaría que esto sucediera, pues en los últimos 10-15 años han empezado a surgir diversos proyectos como el suyo entre jóvenes ganaderos que están volviendo a tener pequeños rebaños, a hacer quesos y a tener cabras.

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