Obama ha afirmado en una carta (http://bit.ly/1edq8AB) dirigida al músico que “el Ártico juega un papel crítico en nuestros esfuerzos para hacer frente al cambio climático” y reconoce que “todos somos parte de su protección y conservación.

Por su parte Alejandro Sanz ha expresado su agradecimiento por el apoyo del Presidente: “Agradezco enormemente al presidente Obama su respuesta positiva a una petición personal en nombre de Greenpeace y de todos los millones de personas que han firmado por la protección del Artico. Su compromiso representa un espaldarazo enorme para nuestra causa”, ha declarado el músico.

Greenpeace y Hazte Eco consideran un paso decisivo para la campaña el hecho sin precedentes de que el Presidente Obama reconozca, abiertamente y en primera persona, la importancia del Ártico. Por eso le insta a que tome el liderazgo en su protección y avance en la creación de un santuario ártico, junto al resto de naciones del Ártico.

“Es el momento de convertirse en el líder mundial para proteger el legado de las generaciones futuras, como se comprometió al principio de su mandato. El primer paso es cerrar el Ártico norteamericano al petróleo”, ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña del Ártico de Greenpeace.

Alejandro Sanz viajó con Greenpeace este verano hasta el corazón del Ártico en Groenlandia. Tras ver en primera persona el deshielo acelerado y las amenazas que supondrían las perforaciones petrolíferas le entregó al Presidente, con motivo de una reciente visita a la Casa Blanca, una carta en la que le pedía la adhesión a la “Declaración Internacional por el futuro del Ártico”. Sanz también le expresaba su preocupación por el futuro del Ártico y por las graves consecuencias que podía tener su destrucción para las futuras generaciones.Ya son más de cinco millones de personas en todo el mundo las que se han firmado a la petición de un santuario en el Ártico.

En España, Hazte Eco colabora en la recogida de firmas y ya llevamos más de 200.000. Ahora, la campaña continúa con fuerza para lograr una protección real del Ártico, del que depende el futuro de todos.