Han editado un vídeo sobre mí y lo han difundido a mis compañeros de clase para reírse. Me han mandado mensajes insultándome y amenazándome. Han subido a las redes sociales fotos de mi familia y de mí que eran privadas. Se han inventado un rumor y se ha esparcido como la espuma. Y no solo eso. También me han extorsionado, me han humillado públicamente y han creado un perfil falso con mi nombre en un blog donde se supone que insulto y acoso a otras personas.
El ciberacoso es una de las principales preocupaciones para los padres, profesores, asociaciones que defienden los derechos de la infancia y administraciones públicas. Según la Fundación ANAR, el ciberbullying representa ya uno de cada cuatro casos de acoso escolar antes de los 13 años, porcentaje que aumenta en los adolescentes, donde más del 36 % de los casos de acoso son cibernéticos. Los resultados del informe sitúan a las chicas como las principales víctimas de estas situaciones, más del 70 % son mujeres.
Cada vez son más los expertos que reclaman una mejora de la legislación contra el acoso digital y una carta de principios y derechos que ampare a los menores frente a los abusos con la tecnología, y asegure su privacidad e imagen. El incremento de los casos de acoso y de comunidades peligrosas que funcionan en internet, a través de redes y foros, fomentando el odio o la autolesión entre los más pequeños evidencia la necesidad de un aprendizaje digital que ayude a crear ciudadanos digitales que usen de forma segura y responsable las herramientas tecnológicas del presente.
Aunque los expertos recomiendan que el uso del teléfono móvil se retrase hasta los 16 años, en nuestro país, el 25 % de los niños y niñas tiene smartphone propio a los 10 años; el 75 % a los 12; y más del 90 % a los 15 años, según Empantallados.com.
El ciberacoso mina física y psicológicamente, provocando estrés emocional y ansiedad a la víctima, y al mismo tiempo internet presta muchas veces escudo de anonimato al acosador. Aquí te dejamos una guía elaborada por Levanta la cabeza para hacer frente al acoso en redes sociales.
Los gigantes tecnológicos también están empezando a tomar medidas contra este delito. Cada año en España se denuncian más de 2.000 delitos cibernéticos contra menores y en Europa más de 9 millones de adolescentes europeas han sufrido violencia online. Solo una cuarta parte de los países toma medidas serias, según el informe final del Grupo de Trabajo sobre Género de la Comisión de Banda Ancha de Naciones Unidas. Estas conclusiones sacaron los colores a gobiernos y grandes empresas. Google, Facebook, Microsoft y Twitter, entre otras empresas tecnológicas, se han unido a la iniciativa Project Protect para combatir el abuso sexual infantil que se produce de forma online. En el informe ‘Análisis de la violencia contra la infancia y la adolescencia en el entorno digital’, la organización Save the Children aseguró que el 75,1 % de los jóvenes entre 18 y 20 años ha sufrido alguna vez ciberviolencia durante su infancia. Exposición a contenidos sin consentimiento, ciberacoso, grooming o ciberembaucamiento son los ciberdelitos más usuales.
La educación responsable en tecnología de nuestros menores en los hogares y en las escuelas es un reto inaplazable. El programa Digilosofía, del Banco Santander, apuesta por una filosofía digital en pro del uso responsable de la tecnología. Transmitirles a nuestros menores la información necesaria para un uso útil evitará situaciones de riesgo. Helena Resano y Sandra Golpe protagonizan esta nueva campaña de Levanta La Cabeza con Banco Santander.