¿Cuántas veces nos hemos detenido a mirar las llamativas advertencias en las cajetillas de los cigarros?“Fumar provoca cáncer”,“Fumar provoca adicción”,“Fumar causa enfermedades cardiacas y respiratorias”. Aunque los fumadores habituales pueden parecer inmunes ante estos avisos, los estudios demuestran que son una medida disuasoria efectiva. El impacto está funcionando.

Bajo esta idea, Vivek Murthy, jefe operativo del Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública, quiere presentar al Congreso de los Estados Unidos una legislación que obligue a poner etiquetas de advertencia en las redes sociales, con la finalidad de crear conciencia y alertar a los usuarios de los posibles riesgos.

El impacto de las redes sociales en los adolescentes

Tal como explicó Murthy en The New York Times, los adolescentes que pasan más de tres horas al día en redes sociales tienen el doble de riesgo de padecer síntomas de ansiedad y depresión. Numerosos expertos han evaluado los riesgos del uso desproporcionado de redes sociales en la infancia y la adolescencia y sus consecuencias abarcan desde problemas de salud mental hasta dificultades en el aprendizaje y para socializar.

Estas consecuencias se tornan más alarmantes cuando tenemos en cuenta las cifras: un adolescente pasa una media de 4.8 horas diarias en redes sociales. En España, un estudio estimó que los adolescentes pasan 94 minutos al día conectados a TikTok y 71 minutos en Instagram. En un año ese tiempo, equivale a más de 71 días enteros.

¿Podemos proteger a los más vulnerables?

A pesar de los daños que pueden causar, las medidas que pueden tomar las familias para reducir los riesgos de las redes sociales son muy escasas.“Solo están los padres y sus hijos, tratando de arreglárselas por su cuenta, enfrentados a algunos de los mejores ingenieros de producto y a las empresas con más recursos del mundo.” declaró el doctor en su columna de opinión.

Las advertencias en las redes sociales pretender ser un recordatorio constante de que no son seguras. Aunque el mensaje puede servir como una medida disuasoria, Murthy reconoce que no es suficiente para convertir a las redes en espacios seguros para adolescentes. Para esto, es necesaria una colaboración del gobierno, de las familias, de las instituciones educativas y las empresas tecnológicas. “Tenemos la experiencia, los recursos y las herramientas para hacer que las redes sociales sean seguras para nuestros hijos. Ahora es el momento de reunir la voluntad de actuar.” concluyó.