La tecnología ha revolucionado nuestras vidas y desde hace un tiempo quiere hacer lo mismo con la de nuestras mascotas. En pleno siglo XXI, los animales de compañía son un miembro más de los hogares. Un estudio de la Federación Europea de Alimentos para Mascotas (FEDIAF) confirma que más del43 % de los hogares españoles conviven con mascotas. Además, las adopciones han crecido desde la pandemia y cada vez hay más concienciación sobre el abandono o la tenencia responsable de animales.
La Inteligencia Artificial, los dispositivos GPS y el Big Data han encontrado en este sector un nicho de mercado lleno de posibilidades. Placas identificativas con códigos QR, webcams para vigilar a nuestra mascota cuando no estamos en casa o apps que nos permiten crear una comunidad canina como en las redes sociales son algunas de las más populares. Y no sólo hablamos de aplicaciones, sino que los productos también se apoyan en la tecnología para ser más eficientes y facilitar rutinas, como las fuentes de agua inteligentes para perros y gatos o los areneros autolimpiables.
En cuanto al ámbito sanitario, al igual que ocurre con los humanos, los avances son notables. La nanotecnología está impulsando el sector de las ciencias veterinarias, ya que se puede aplicar a numerosas áreas como la administración de fármacos y vacunas, el diagnóstico de enfermedades, la crianza, reproducción y nutrición animal. Carlos Gutiérrez, veterinario y responsable del canal divulgativo Mascotas y familias felices, que tiene más de medio millón de suscriptores en Youtube, considera que los avances tecnológicos en veterinaria cuentan con “algunas funciones muy útiles que nos permiten llevar el historial de nuestra mascota con nosotros, pero también hay otras que posiblemente tengan una utilidad limitada, como la telemedicina”. El especialista veterinario debe realizar una exploración para sacar conclusiones e interpretar lo que está pasando y esto “solo se puede hacer de manera presencial”, recuerda.
De los GPS a las app para traducir maullidos
Sobre la llegada al mercado de apps que ofrecen “traducir” los maullidos de los gatos, este experto recuerda que “son más un entretenimiento que otra cosa”. Entre las limitaciones de esta tecnología, enumera que “no todos los gatos se manifiestan maullando, por lo que es mejor entender otras formas de lenguaje corporal”. Además, según algunos estudios científicos, los humanos no somos especialmente hábiles reconociendo lo que los gatos nos indican con sus maullidos.
Muy popularizados están los dispositivos para localizar a nuestras mascotas. Ángela Pérez, al frente dela cuenta de Instagram Olivia la galga, desde donde hace una labor de concienciación sobre la adopción de galgos, utiliza un GPS desde que la adoptó. “Creo que es una herramienta que todos los perros deberían tener”, sostiene. Además, en casa también utilizan una cámara de vigilancia para poder monitorizar a Olivia en su ausencia. “Te llegan al móvil notificaciones de movimiento y se quedan grabadas para que puedas ver qué ha pasado; es muy práctico”, concluye.
Por su parte, Juanjo González, creador del perfil de Instagram Brigo_galgo también usa el GPS “en las salidas al monte y siempre que lo suelto; para mí es una forma de tenerlo controlado desde el móvil en todo momento”. Los dueños de los canes valoran la “información en tiempo real y la buena precisión” de esta herramienta.
La industria del cuidado de mascotas alcanzará los 350.000 millones de dólares en el 2027, según un informe de ProShares, y parte de ese crecimiento vendrá impulsado por los avances tecnológicos.