Algo tan cotidiano como publicar una foto en Instagram o dejar un comentario en un TikTok puede convertirse en un problema de seguridad para ti. Cada clic, cada búsqueda y cada actividad que hacemos en línea puede llegar a tener implicaciones para nuestra privacidad. Internet conoce todos tus movimientos y rutinas… ¿pero cómo lo hace? Cada interacción que haces en la red ayuda a construir ese registro personal, invisible a los ojos, al que llamamos huella digital.
¿Qué es la huella digital?
Si te has creado un perfil en una red social, estás suscrito a alguna plataforma de streaming o tienes un correo electrónico activo, ya existe tu huella digital en internet. Es, en pocas palabras, el rastro que dejamos en la red. Las búsquedas que realizamos a diario en internet, la tarjeta bancaria que usas para hacer un pedido en Amazon o la dirección que has facilitado para que te envíen la comida a casa, son parte de tu huella digital. Esta acumulación de datos sobre ti que se va acumulando en línea puede formar un perfil detallado de tu identidad, tus intereses, preferencias y comportamientos. El problema comienza cuando se acumulan datos que no eres consciente de que se comparten, como la dirección IP de tu ordenador, el nombre de tus familiares o la dirección de tu correo electrónico con la que se queda una empresa cuando te registras en su página.
¿Dónde está el riesgo?
Una huella digital extensa y descontrolada puede convertirse en información muy útil para terceras personas. Desde utilizar tus datos para orientar publicidad específica hasta llegar a actividades malintencionadas, como el robo de identidad, la estafa o el phishing. Incluso, si no eres consciente de tu huella digital en internet, puede llegar a afectar negativamente tu reputación en línea. Si alguien busca información sobre ti y el registro que aparece en la red es falso y está manipulado, va a tener impacto en tu reconocimiento personal, tanto para empresas, instituciones educativas o cualquier perfil que decida buscar información sobre ti. Debes estar al tanto de los datos personales que facilitas en la red y el registro que queda de ellos.
Sí, es posible controlar y eliminar tu huella digital
La buena noticia es que no es muy difícil moderar la información que guarda internet sobre ti. Puedes gestionar tu huella digital y mantener siempre controlados tus datos personales que circulan en la red. Si quieres saber cómo, asegúrate de seguir estos sencillos pasos:
- Revisa tus cuentas y correos electrónicos antiguos: seguro que has creado más de una dirección de correo electrónico y más de una cuenta en tus redes sociales. Verifica que solo estén activas aquellas que usas con regularidad y elimina las cuentas y correos que hayas olvidado en el tiempo. Si no recuerdas la contraseña, contacta con soporte y solicita su eliminación total.
- No basta con eliminar la cuenta, el contenido debe borrarse también: cuando te deshagas de alguna red social o correo electrónico que ya no uses, algunos servicios te preguntarán si deseas borrar todo el contenido. Acéptalo y asegúrate de que no quede rastro para que algún hacker pueda acceder a tu cuenta archivada y robar tu información.
- ¿Te has borrado Facebook?: con el paso del tiempo, muchos usuarios han dejado inactivas sus cuentas de Facebook o han creído eliminarlas por completo, pero en la mayoría de casos es un error. Contacta con Google Console y solicita la eliminación de todos los datos que tengan sobre ti.
- Protégete de los rastreos: asegúrate de que en la Configuración de Google tengas desactivados todos los permisos de privacidad que se encuentren activos. Esto protegerá tu dirección IP y ocultará tus búsquedas en la red.
- Aumenta la protección de tus datos: utiliza una red VPN si quieres resguardar tu identidad al conectarte a internet, pero asegúrate de no usarla cuando accedas a un servicio con información confidencial, como tus datos bancarios.
Adoptar estas medidas te permitirá reducir tu huella digital y proteger tu privacidad en el amplio mundo del internet, lo que se ha convertido en una necesidad dentro de la realidad contemporánea. Este tipo de prácticas que reducen tu visibilidad en línea te permitirán asumir el control de tu presencia digital para preservar tu intimidad, cuidar de tu reputación y construir un entorno digital más seguro y consciente para todos.