La inteligencia artificial generativa avanza de forma imparable. Está presente en los textos creados por ChatGPT, en las imágenes de la herramienta Midjourney o los deepfakes (archivos de vídeo, imagen o voz manipulados para parecer auténticos). Así, internet se ha convertido en un campo de contenido donde los usuarios están cada vez más expuestos a una duda: ¿es un contenido generado por una máquina o por un ser humano?

Tal es el progreso de la IA que más de 1.100 expertos han firmado una carta abierta con la petición de pausar, al menos durante seis meses, el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial potentes. Los profesionales recalcan que de no poder realizarse esta pausa rápidamente, los gobiernos deberían intervenir e implementar una moratoria. “Los sistemas de IA potentes solo deben desarrollarse cuando estemos seguros de que sus efectos serán positivos y sus riesgos controlables”, recoge la misiva digital firmada por empresarios tecnológicos como Elon Musk o Steve Wozniak.

Así, la carta insta a los laboratorios de IA y a los expertos independientes a aprovechar esta pausa para “desarrollar y aplicar conjuntamente protocolos de seguridad compartidos para el diseño y desarrollo de IA avanzada que sean rigurosamente auditados y supervisados”.

Las instituciones también vigilan la inteligencia artificial y sus usos de cerca. Italia ha prohibido, con efecto inmediato, el uso de ChatGPT en el país por una supuesta recopilación ilícita de datos personales. Lamedida, impulsada por el garante italiano para la Protección de Datos personales (GPDP), es temporal, aunque no se plantea retirar hasta que ChatGPT cumpla con la normativa europea de protección de datos. La administración italiana destaca que es necesaria “una base jurídica que justifique la recogida y la conservación masiva de datos personales” y asegura que las informaciones que genera ChatGPT “no siempre corresponden a la realidad”.

A la orden italiana se suma la propuesta europea a expensas de ser votada: Bruselas quiere que los contenidos producidos con inteligencia artificial lleven una advertencia específica de forma obligatoria. Así lo ha explicado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en la emisora Franceinfo, quien ha hecho hincapié en que en el contenido generado por IA, ya sean textos o imágenes, existirá la “obligación de notificar que ha sido creada por una IA”.

De aprobarse la medida, los europeos serán “los primeros” en proponer una legislación de este tipo, según ha confirmado Thierry Breton. El comisario de Mercado Interior también se ha mostrado esperanzado con que el texto sea votado y aprobado este mismo mes en el Parlamento Europeo. De acuerdo con fuentes parlamentarias recogidas por El País, la Eurocámara tiene prevista la presentación del plan y su votación en el pleno en la última semana de abril.

Las recientes imágenes del Papa Francisco luciendo un atuendo inspirado en Balenciaga o la representación de Trump siendo arrestado han dado la vuelta al mundo y han hecho dudar entre si las imágenes eran reales o no. Frente al inmenso potencial de la inteligencia artificial, cada vez se escuchan más voces que buscan hacer un uso cauteloso de la IA y permitir así que los sistemas actuales, de acuerdo con la carta abierta de los empresarios tecnológicos, sean “más precisos, seguros, transparentes y fiables”.