Si eres fiel usuario de las aplicaciones móviles, seguramente habrás notado la aparición de una notificación al abrirlas: “¿Permitir que esta app realice un seguimiento de tu actividad?”. Las opciones son sencillas: “Pedir a la app que no rastree” o “Permitir”. Pero, ¿qué conllevan ambas? ¿Qué sucede si decides aceptarlo?

El rastreo de aplicaciones se refiere a la capacidad que tienen algunas de monitorizar y recopilar datos sobre tu comportamiento, no solo dentro de ella, sino también en otras que uses y sitios web que visites. Esta información es utilizada principalmente para fines publicitarios, permitiendo a las empresas ofrecerte anuncios más personalizados basados en tus intereses y comportamiento.

Cuando aceptas ser rastreado, estás dando permiso a la aplicación para recoger y compartir una cantidad considerable de información sobre ti. Esto puede incluir detalles sobre tu ubicación, los términos que buscas, las páginas que visitas, las aplicaciones que usas y hasta las compras que realizas. En algunos casos, estos datos pueden ser compartidos con terceros, aumentando aún más el alcance del rastreo.

Es normal pensar que nos conviene recibir publicidad alineada con nuestros intereses, pero hay consideraciones importantes de privacidad a tener en cuenta. Primero, aunque se supone que la información recopilada se anonimiza, los datos pueden, en algunos casos, rastrearse hasta individuos específicos. Además, existe el riesgo de que esta información caiga en manos equivocadas, lo que podría dar lugar a una variedad de problemas, desde el robo de identidad hasta el fraude.

Por estas razones, es mejor evitar dar permiso a las aplicaciones para rastrearte. Además de darle a “Pedir a la app que no me rastree”, los siguientes consejos te ayudarán a proteger aún más tu privacidad.

  • Lee las políticas de privacidad: si bien pueden ser largas y densas, las políticas de privacidad te darán una idea clara de cómo una aplicación pretende usar y compartir tus datos.
  • Configura la privacidad de tus aplicaciones: en la configuración de privacidad de tu teléfono puedes controlar qué aplicaciones tienen acceso a qué información. Desactiva el rastreo siempre que sea posible.
  • Usa una VPN: una red privada virtual (VPN) puede ayudar a ocultar tu ubicación y actividad de las aplicaciones y sitios web.
  • Limita los permisos de las aplicaciones: cuando una app solicita permisos que no parecen necesarios para su funcionamiento es mejor denegarlos.

A primera vista, permitir que una aplicación nos rastree puede parecer inofensivo. Sin embargo, compartir tu actividad con las apps puede tener serias implicancias para tu privacidad. Por ello, la próxima vez que veas un aviso como este, piénsalo dos veces antes de aceptar.