Un análisis reciente publicado en PLOS ONE examina el impacto de la adquisición de X(antes Twitter) por parte de Elon Musk en la dinámica del discurso de odio y la actividad de cuentas falsas. El estudio, que abarca desde principios de 2022 hasta junio de 2023, refleja un aumento significativo en publicaciones de odio y en la interacción con ellas, desafiando las promesas de Musk de mejorar la seguridad en la plataforma.
Más discurso de odio con mayor interacción
El estudio muestra que, tras la compra de X por Elon Musk el 27 de octubre de 2022, el volumen de publicaciones con discurso de odio aumentó en un 50% en comparación con los meses previos. Este incremento, que se mantuvo al menos hasta mayo de 2023, abarcó diversas formas de odio, como racismo, homofobia y transfobia.
Además de crecer en número, las publicaciones de odio recibieron más atención. El promedio de“me gusta” en estos contenidos aumentó un 70% tras la compra de la plataforma, pasando de 4.158 a 7.066“likes” semanales. Sin embargo, la cantidad de reposts apenas varió. Este aumento en la interacción sugiere que, lejos de ser relegados, los mensajes de odio continuaron circulando y ganando visibilidad.
Cuentas falsas: una promesa incumplida
Pese al compromiso público de Musk deacabar con los bots, el estudio no encontró una disminución en la actividad de cuentas falsas. Al contrario, se observó un posible aumento de su participación en campañas de desinformación, estafas y propaganda. Este tipo de cuentas, que suelen coordinarse mediante patrones como el uso de hashtags idénticos o la publicación de contenido repetitivo, siguieron activas tras la llegada del nuevo propietario.
Un desafío para la seguridad digital
Los resultados del estudio reflejan que, tras la llegada de Elon Musk, X experimentó no solo un aumento del discurso de odio, sino también una mayor interacción con este tipo de contenido y una persistencia de la actividad engañosa. Estas tendencias no solo afectan el ambiente digital, sino que pueden tener consecuencias en la vida real, al amplificar la polarización y el riesgo de daños fuera de la plataforma. La lucha por un entorno digital seguro y democrático sigue siendo un reto pendiente para X.