Hay un método que nos protege del bombardeo publicitario de una forma sencilla. No hay más que apuntarse a la llamada Lista Robinson. El servicio es gratuito y las empresas tienen la obligatoriedad de consultarlo, y si no has dado autorización expresa a una empresa para recibir publicidad, no podrán enviartela.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda anotarse si no deseas recibir publicidad, advirtiendo que no se hará efectiva hasta los tres meses, y que solo se activa con empresas con las que no tengas ninguna relación contractual. En este caso, deberás dirigirte a ellas por correo electrónico, directamente, para evitar recibir su publicidad.

¿Qué tengo que hacer para no recibir propaganda de los partidos políticos?

Además de carteles, mítines, y campañas en los medios de comunicación, los partidos de todas las ideologías invierten en campañas dirigidas a nuestros buzones, físicos y digitales, un gasto de millones en papelería, en el primer caso, que en ocasiones los ciudadanos critican por ir en contra del medioambiente.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de un formulario permite que nos demos de baja del censo de propaganda política.

¿Cómo nos damos de baja?

Puedes hacerlo de forma presencial en tu ayuntamiento, oficinas del censo, o si vives en otro país en las oficinas del consulado.

Y para hacerlo digitalmente tienes que conectarte con la sede electrónica del Instituto Nacional de Estadística y seguir los pasos que te indican.

¿Y si ya lo he hecho todo y no me hacen caso?

Siempre nos queda recurrir a la Agencia de protección de Datos que nos ayudan a hacer efectivos nuestros derechos y reclamaciones.