Un pequeño grupo de ‘superusuarios’ de Facebook determinan qué es importante y qué no y , por tanto, qué ven millones de usuarios y qué contenido queda relegado a la invisibilidad.
El descubrimiento ha sido denunciado después de que un grupo de investigadores analizase durante más de un año cientos de páginas de la red social. ¿Qué son los superusuarios? ¿Por qué están ahí?
Según la publicación en The Atlantic de Matthew Hindman, Nathaniel Lubin, y Trevor Davis, tres investigadores ligados al uso responsable de la tecnología, existe un tipo de perfil en Facebook que entra dentro de la categoría de superusuario. Estos perfiles reciben más me gusta, acciones compartidas, comentarios y publicaciones que el 99 % de los usuarios de la red en EEUU.
Este grupo de superusuarios, que los autores señalan como no trolls (suelen ser personas reales, con nombres y apellidos), tienen un poder y una influencia enormes sobre qué publicaciones se ven primero y cuáles nunca se verán. Además, destacan cómo el comportamiento de estas personas es más bien desagradable, dando lugar a una plataforma repleta de odio, bullying o desinformación.
¿Por qué Facebook premia a estos superusuarios?
El objetivo de Facebook es fomentar la economía de la atención para maximizar el tiempo en la plataforma, y esto no ha hecho más que incentivar la aparición de estos superusuarios porque el mecanismo se retroalimenta una y otra vez: si a quien es capaz de captar la atención de la gente se le da un espacio más grande, lo tendrá cada vez más fácil para lograr esta meta.
Los superusuarios no son un perfil definido por la red, sino una consecuencia de cómo esta opera. Son su resultado. A lo largo de los años, Facebook ha ido compensando a quienes eran capaces de reclamar la atención del resto de los usuarios con más espacio, lo que ha dado lugar a una concentración de poder sin precedentes. Y esto ha ocasionado algunos problemas.
¿De qué hablan estos superusuarios?
Como cualquier otro usuario de la plataforma, los superusuarios hablan sobre multitud de temas. Sin embargo, la acción agrupada del resto de usuarios que les ha ‘aupado’ hacia arriba también ha hecho que el perfil de los superusuarios sea mayoritariamente polarizado. Además, predominan comentarios racistas, sexistas, antisemitas y antiinmigrantes.
Cuando hablan de política (algo frecuente) lo hacen desde los extremos izquierdo y derecho, ahogando cualquier posibilidad de diálogo intermedio o encuentro. También lo hacen desde posiciones poco respetuosas y a menudo ofensivas que llaman al odio y a considerar el resto del espectro como el enemigo.
Por descontado, los superusuarios también hablan de otros asuntos, como animales, motivación diaria, cocina o deporte, pero casi todo desde el mismo punto de vista polarizado y violento. Los clics y acciones de los usuarios de Facebook han hecho que ese contenido sea el más compartido, y ahora no pueden evitar ver otra cosa, de modo que siguen interactuando con él.
¿Por qué es grave que haya superusuarios?
La mera concentración de poder de los superusuarios ya supone un grave problema para el resto de los usuarios de la plataforma, que ven notablemente reducida la diversidad de la red. Solo unas pocas personas llegan a casi todo el mundo, pero además ocurre silenciando la capacidad de la gente ‘normal’ de llegar al resto. La heterogeneidad, diversidad y riqueza se apagan.
Esto no es bueno ni siquiera en un entorno en el que los superusuarios comparten mensajes positivos. El hecho de silenciar voces es un reto de falta de pluralidad que puede llevar a situaciones como falta de representatividad o polarización. Pero, además, los superusuarios de Facebook son personas que tienden al odio, la desinformación o la violencia política.
No se sabe bien por qué el algoritmo de recomendación pondera estos contenidos como más importantes, aunque sí que lo hace. En palabras de los investigadores, se da a los “peores usuarios la mayor influencia” sobre la plataforma, y permite que “un pequeño grupo de personas que se comportan horriblemente dominen la plataforma”.