Tras el confinamiento, las plagas de animales han aumentado y muchos ejemplares pueden ser atropellados este verano por los coches o suponer un riesgo para la conducción.

Por ello, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha decidido poner en marcha un tratamiento hecho de feremonas de lobo con una resina repelente a la lluvia y a la nieve, ya que el olor ahuyenta a la fauna salvaje y, así, se conseguirá alejar a los animales de las carreteras.

El Servicio Territorial de Fomento de Salamanca es quien se ha encargado de iniciar los trámites de esta sustancia, que actuará como repelente en varios tramos discontinuos y separados, donde previamente se ha realizado un sesgado de la vegetación. Además, las zonas se han reforzado con una mayor señalización:

- CL-517 de Salamanca a La Fregeneda en los tramos del kilómetro 30 al 50 y del 69 al 84.

- SA-300 de Salamanca a Ledesma, en los tramos del kilómetro 4,6 al 8,8 y del 20 al 22,4.

- SA-324 de Lumbrales a Ciudad Rodrigo en tres tramos; del 4 al 10,5, del 20 al 22,82 y del 27 al 28.

- SA-302 que une Ledesma con Almendra entre los kilómetros 4,5 y 16,8.

- SA-315 que une Vitigudino y Trabanca entre los kilómetros 47 y 52,6.

El producto tiene una duración de tres meses, por lo que, su eficacia se evaluará en las estadísticas de accidentes que se publiquen a finales de año.