El director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguró que "las furgonetas son la asignatura pendiente, una zona oscura", durante el debate sobre este vehículo, cuyo parque ha aumentado en los últimos años (2,7 millones), impulsado por el auge de la logística y el reparto de mercancías.

El director del Observatorio de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, ha expuesto que la siniestralidad de las furgonetas repuntó con fuerza en 2024, especialmente en vías interurbanas, donde fallecieron 79 ocupantes, casi el doble que en 2023, y los heridos hospitalizados aumentaron de 138 a 190. En las ciudades, el pasado año se registraron 6 fallecidos frente a los 4 de 2023.

Factores principales: Estrés, fatiga y distracciones

Los siniestros en los que están implicados estos vehículos afectan en mayor medida a los usuarios más vulnerables, especialmente peatones y ciclistas, que concentraron cerca de la mitad de las víctimas. Además de la antigüedad de las furgonetas, cerca del 40 % superan los 20 años y la media se sitúa en 12 años. La DGT ha indicado algunos de los factores que se han detectado en los conductores, principalmente el estrés por llegar a tiempo al reparto, lo que a su vez les incita a llevar una velocidad inadecuada. Pero también la fatiga y las distracciones, ya que el propio trabajo obliga a los conductores a estar pendientes del móvil.

"Son personas que tienen jornadas extensísimas (...), dan positivos de alcoholemia y de drogas por encima de la media nacional y los vehículos son antiguos, con lo cual las condiciones de las ruedas y los frenos se han deteriorado", ha señalado Navarro en declaraciones a los periodistas.

Vigilancia y control

El general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García Gazapo, ha informado del Plan Operativo de Vigilancia y Control de Furgonetas de Reparto, puesto en marcha a principios de septiembre con el objetivo de revertir la tendencia alcista de la siniestralidad. Tras recordar que estos vehículos tienen limitada la velocidad a 90 km/h en autovías y autopistas y a 80 km/h en vías convencionales, ha puesto el foco en el incumplimiento de estas normas, a veces, por el desconocimiento de los propios conductores, muchos de ellos subcontratados. "El exceso de velocidad de una furgoneta es un peligro inminente", ha advertido el general, que ha señalado que en los controles se ha llegado a detectar furgonetas con velocidades de hasta 150 y 160 km/h.

El subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT, Francisco Ruiz Boada, ha indicado que el parque ha crecido con fuerza en la última década, con un aumento del 23 % frente al 15 % de los turismos, y en 2023 representaron el 8,8 % del tráfico total. Mientras los turismos y los camiones cuentan con permisos específicos, inspecciones técnicas precisas, acciones formativas concretas, así como planes de vigilancia y control propios, las furgonetas no tienen ningún tipo de medidas parecidas. Son vehículos cuya masa máxima autorizada no es superior a 3.500 kilogramos, 4.250 en caso de las eléctricas, concebidos normalmente para el transporte de pequeñas mercancías, pero que desde hace años se han abierto al transporte de pequeños grupos de personas.

Uno de los motivos por los que las furgonetas se han convertido en una pieza clave de la distribución urbana de mercancías es porque para conducirlas no se requiere un permiso especial ni están obligadas a llevar tacógrafo, lo que facilita su uso frente a otros vehículos de mayor tonelaje.