En primer, lugar ha sido promovida por la sociedad civil, en concreto, por Luis Vallejo de la empresa Autocares Abagon que, con una fuerte determinación y no pocos problemas, ha conseguido sacar adelante la iniciativa. En segundo lugar, destaca que el público, en lugar de estar formado por personas relacionadas con la seguridad vial, ha estado formado por los propios alumnos, que cada día hacen uso del transporte escolar para acceder a sus centros de estudios. Pero no han sido sólo los alumnos de la localidad, sino que se han acudido escolares centros de diferentes municipios de la zona.

El tercer factor diferenciador ha sido que, además de las ponencias en el Gimnasio del centro, convertido en Salón de Actos, al final se ha llevado a cabo un simulacro de accidente de un autobús escolar, en el que han intervenido los propios alumnos, la policía local, bomberos y personal sanitario del 112, de manera que los protagonistas, que no son otros que los niños, han podido vivir en primera persona las circunstancias de un siniestro.

Scania, Irizar, los Centros de Formación Santillana, Inspectores de la Junta de Castilla y León y dos agentes especialistas en transporte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han expuesto los diferentes puntos de vista y las distintas vertientes que afectan a la seguridad en el transporte escolar.

El cinturón de seguridad ha sido la clave alrededor del cual se han centrado las intervenciones, la posición de los extintores, los elementos de rescate, como los martillos para romper las ventanillas o los sistemas manuales de apertura de puertas han sido objeto de análisis de manera que los alumnos han podido aprender su utilización en caso de necesidad.

Iniciativas como esta son necesarias para poder concienciar desde pequeños y en primera persona a nuestros hijos, para que aumentes su autoprotección en un medio de transporte del que hacen uso a diario y en el que no siempre se comportan de manera segura.