La campaña de la DGT se enmarca dentro de la operación 'Truck & Bus' de Roadpol, una acción europea coordinada por los agentes de la policía de tráfico de cada país miembro.

Conducir un camión o un autobús no es igual que conducir un turismo. El comportamiento es diferente, sobre todo cuando van cargados. La correcta sujeción de la carga es fundamental, puesto que cualquier desplazamiento de la misma incide sobre la estabilidad del vehículo por desplazamiento del centro de gravedad.

En este tipo de vehículos se producen más salidas de vía y vuelcos, debidos en muchas ocasiones por la excesiva o mala colocación de la carga. Por otro lado, el exceso en el tiempo de conducción puede provocar fatiga y distracciones, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Del 7 al 14 de febrero, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, y las Policías Locales que se quieran sumar a la campaña, aumentarán la vigilancia y el control de la circulación de camiones y autobuses, incidiendo en aspectos como la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el exceso de peso, defectos técnicos del vehículo, la seguridad de la carga transportada, la documentación del vehículo y el conductor, el uso del cinturón de seguridad por parte del conductor y de los ocupantes, la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas y el uso del teléfono móvil al volante, entre otros.