La medida fue anunciada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación del balance de siniestralidad de este verano. El objetivo es controlar especialmente los tramos de obras, donde la reducción de velocidad es esencial para proteger tanto a los conductores como a los trabajadores.
Los dispositivos, conocidos como radares “sobre ruedas”, se colocan en estructuras móviles que permiten trasladarlos con rapidez a zonas de riesgo. En Francia ya cuentan con más de un centenar de unidades operativas. Pere Navarro, director general de Tráfico, viajará próximamente al país vecino para conocer de cerca su funcionamiento antes de que se implanten en España.
“Queremos ponerlos en marcha el año que viene”, explicó Marlaska. La idea es utilizarlos en tramos de dos o tres kilómetros donde sea necesario reforzar el control de la velocidad.
En paralelo, la DGT prevé instalar en 2025 un total de 120 nuevos radares, de los cuales 72 ya han estado activos durante este verano.
Helicópteros en tierra y críticas sindicales
El anuncio coincide con la polémica por la situación de los helicópteros de la DGT. Desde el 1 de septiembre, los nueve aparatos de la Unidad de Medios Aéreos permanecen en tierra tras expirar el contrato de mantenimiento sin que se haya adjudicado uno nuevo.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido depurar responsabilidades y ha atribuido lo ocurrido a la “desidia” en la gestión de la renovación del servicio. El ministro aseguró, no obstante, que “en breve estarán de nuevo volando y participando en la seguridad vial”.
Alcohol al volante: objetivo, 0,2 gramos
Además de los radares, Interior quiere reducir la tasa máxima de alcohol permitida en sangre de los actuales 0,5 gramos por litro a 0,2. Marlaska urgió al Parlamento a aprobar la medida este mismo año.
“Es un tema inaplazable, de salud pública y de seguridad. Todos tenemos la responsabilidad de que sea una realidad ya”, afirmó.
Según los datos expuestos, en el 48% de las autopsias realizadas a conductores fallecidos se detecta alcohol, drogas o psicofármacos. “A quien dice que una cerveza no supone nada, le recuerdo que quizás a él no, pero sus reflejos no estarán al 100% y otra persona inocente puede perder la vida”, advirtió el ministro.
Con nuevas tecnologías, más controles y límites más estrictos, la DGT busca reducir los accidentes en carretera. La implantación de los radares móviles sobre ruedas supone un paso más hacia una conducción más segura, especialmente en los tramos donde un despiste puede costar vidas.