El estudio, realizado por la Fundación Mapfre, ha sido presentado por su director de Seguridad Vial, Jesús Monclús, quien ha señalado que se han realizado 3.000 mediciones de vehículos en Madrid, Tenerife, Ávila, Barcelona, Córdoba, Las Palmas, Valencia, Zaragoza, Santiago de Compostela y Sevilla.
De las mediciones se deduce que alrededor del 65 por ciento de los conductores -es decir, dos de cada tres- supera los límites cuando circula cerca de un colegio, un parque o un centro de mayores, en zonas donde, según cada ciudad, no puede sobrepasarse los 20, 30, 40 ó 50 kilómetros por hora.
Monclús ha recordado que cuanto menor es el límite, el grado en el que se excede es mayor y, de hecho, en vías con un límite de 20 km/h los coches llegan a sobrepasarlo en 15,6 km/h. Calles en las que el 97 por ciento de los que manejan el vehículo supera los límites.
Asimismo, Monclús ha explicado cómo el tiempo de reacción es mayor a medida que aumenta la velocidad, de tal manera que a 30 km/h se recorren 11 metros antes de frenar y a 50 km/h unos 30 metros.
Si se circula a 30 km/h en el caso de una atropello la posibilidad de sufrir heridas graves o morir es tan solo de un 5 por ciento, mientras que a 50 km/h ese porcentaje asciende a entre un 70 y un 80 por ciento.
El estudio ha diferenciado por zonas y subraya que el 26 por ciento de los conductores respeta los límites en los alrededores de los centros educativos, el 33 por ciento lo hace en los parques y el 57 por ciento en los centros de mayores.
De las ciudades donde se ha realizado el estudio, Ávila es la primera ciudad española donde los vehículos sobrepasaron los límites fijados (el 100 por ciento), seguida de Zaragoza (un 91,67 %) y Madrid (87,76 %).
A estas ciudades, se suman Santiago de Compostela (85,53 %), Barcelona (83 %), Valencia (74,34 %), Córdoba (59,80 %) y Sevilla (42,33 %). Mientras, Las Palmas y Tenerife son los dos municipios de la decena analizada donde los conductores manejan a una velocidad adecuada, con solo un 16 por ciento de coches que exceden los límites.
Las mediciones se llevaron a cabo en vías rectas con señalización, pero sin badenes que obliguen al conductor a reducir la velocidad.
Así, en 2015 se registraron 63.198 accidentes con víctimas (fallecidos y heridos de diversa consideración) en ciudades y pueblos, en los que fallecieron 441 personas y 4.751 tuvieron que ser hospitalizadas.
Más campañas de concienciación, reforzar las señales que limitan la velocidad con elementos visuales o promover el asistente inteligente de velocidad son algunas de las medidas que los promotores del estudio consideran deberían ponerse en marcha para evitar los atropellos de las personas más vulnerables.