Las distracciones son la causa del 30% de accidentes de tráfico. Sin embargo, los conductores no las consideran tan peligrosas como otros factores como el alcohol o las drogas. Buscar un objeto, encender un cigarrillo, atender al copiloto o el gps son gestos que, en caso de frenada de emergencia, aumentan el tiempo de reacción y la distancia de detección.
Encender un cigarrillo y fumárselo es una práctica de riesgo que supone muchas distracciones: no es solo sujetar el cigarro, también es encenderlo, apagarlo o procurar que no se desprenda la ceniza.
Si estamos realizando un viaje largo lo recomendable es parar cada dos horas, podemos aprovechar esos momentos para fumar.
Entre los lugares citados por los que dicen que deberían ampliarse los lugares en los que se prohíba fumar, destaca el coche particular cuando viajan menores (72,9%) o cuando viajan personas adultas (64,6%). Les sigue, con un 61,4% los estadios de fútbol y otros espacios deportivos al aire libre, según ha concluido el Barómetro Sanitario 2018, elaborado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, junto con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).