Como mínimo, 2025 sería la fecha límite para las ayudas al sector de movilidad eléctrica, favorecidas por la administración. De esta forma, se espera que durante los próximos años se produzca una rebaja significativa en el precio de este tipo de vehículos. Así, sería posible que antes del año 2040 el precio de adquisición del transporte eléctrico no contaría con una gran diferencia en comparación con los vehículos de motor a combustión.

No obstante, hasta que no se logre ese cambio en el mercado de vehículos electrificados, no se eliminaría el apoyo gubernamental que favorece este tipo de movilidad. Del mismo modo, se espera que, durante los próximos años, entre 2023 y 2027, se haya logrado una paridad, tanto a la hora de decantarse por modelos eléctricos o con motor de combustión, como en los precios de adquisición.

Por otra parte, ayudas como el Plan Moves seguirán presentes mientras exista esta diferencia en el precio de adquisición de vehículos. No obstante, presentarán nuevos añadidos y medidas, como los planes de transporte al trabajo; enfocados en una movilidad más sostenible.

Así, el Ejecutivo prevé alcanzar los objetivos de descarbonización para el año 2050, que se centran principalmente en eliminar los vehículos emisores de CO2 del parque móvil español. Un objetivo, que sitúa su meta en la neutralidad de emisiones para el año 2040 a través de la venta exclusiva de vehículos con cero emisiones contaminantes.