Un niño estuvo 20 horas dentro del coche en el fondo de una poza, abrazado a su padre, que había muerto. Fue precisamente el padre quien salvó la vida del pequeño, al protegerle con su propio cuerpo. La pregunta de muchos vecinos de Castro del Río, en Córdoba, es ¿por qué tardaron tanto los servicios de emergencia en localizarlos?

El accidente tuvo lugar en una curva complicada en una carretera peligrosa y sin vallas o quitamiedos de protección. Eso explica que durante 20 horas nadie encontrara el coche accidentado, con un padre ya muerto abrazado a su hijo de tres años, al que había salvado protegiéndole con su propio cuerpo.

Pero hay dispositivos que hubieran ayudado a encontrarles antes. Como el e-Call. un sistema que cuenta con sensores instalados en el coche, que se activan automáticamente en caso de accidente, lanzando un llamada al 112.

Un sistema, muy útil en accidentes nocturnos,  ha sido inventado por un ingeniero español. Cuando salta el airbag, de un depósito situado en la parte trasera sale líquido fluorescente que expulsa varios aspersores haciendo visible el vehículo en la oscuridad.

En las motos pueden colocarse unos dispositivos que emiten una señal a una compañía de seguridad en caso de caída. Esa compañía, telefonea a su cliente, y si no recibe respuesta inmediatamente llama a los servicios de emergencias.

Son distintos sistemas, distintos ingenios para ser encontrado en un caso extremo de necesidad. Un tiempo que puede ser trascendental. Y que pudo serlo también para el conductor del coche accidentado en Castro del Río el pasado fin de semana.