Dentro del dispositivo especial, la DGT incrementará los controles de velocidad, en carretera y aire, poniendo especial atención a los "grandes excesos" protagonizados por vehículos extranjeros, con el objetivo de reducir la siniestralidad ocasionada por circular a velocidades inadecuadas o excesivas.
Una siniestralidad que, además, este verano ha dejado más fallecidos que el pasado año: Tanto en agosto (aún sin terminar el mes) como en julio se han contabilizado más muertos en las carreteras que en los mismos meses del año pasado.
Otra de las medidas que llevará a cabo la Dirección General será el diseño de itinerarios alternativos, según el origen y el destino de los conductores, para evitar la zona centro, con más intensidad circulatoria, y también de otros desde la zona de Levante a Madrid con distancias y recorridos de conducción.
Alrededor de 6.000 agentes de la Guardia Civil velarán por la seguridad de los ciudadanos que se desplacen por la carretera, junto a los más de 600 funcionarios y técnicos de la DGT que atenderán en los siete Centros de Gestión del Tráfico.
Y con ellos, los más de 13.000 empleados de empresas de conservación y explotación del Ministerio de Fomento y del resto de titulares de la vía, así como personal de los servicios de emergencia.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los conductores, a quienes ha pedido "prudencia y respeto a las normas de circulación".