Los coches autónomos podrían representar el 20% del total de las matriculaciones en España en 2030, según datos de la consultora MSI presentados este jueves en el I Observatorio de la Posventa Oficialorganizado por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) en el marco de Madrid Auto 2018.
Tal como ha destacado la consultora MSI en el I Observartorio de la Posventa Oficial organizado pro la Federecación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) en el marco de Madrid Auto 2018, el crecimiento de los vehículos equipados con esta tecnología será gradual y "siempre en el escenario más optimista".
En el escenario "más conservador", y si no se dan los adelantos tecnológicos y legales necesarios, los datos calculan que las ventas de automóviles autónomos "solo" llegarían al 10% del total de las matriculaciones en 2030.
"Existen tres cosas que están incidiendo en la posventa: la digitalización y la conectividad, el cambio del parque automovilístico y el cambio de comportamiento de los clientes", ha asegurado la vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, Marta Blázquez.
En el caso del coche eléctrico, en 2030 las matriculaciones de este tipo de vehículos supondrán, en el mejor de los casos, el 35% del total de entregas en España, mientras que "un retraso en la mejora de las baterías" haría que esta cifra se situase en el 15% para ese mismo año.
"El vehículo eléctrico, autónomo, conectado o el coche compartido tardarán todavía años en tener un volumen destacable de matriculaciones. Los concesionarios tienen el tiempo y la experiencia para ir adaptándose a una realidad que traerá riesgo y también oportunidades para los negocios", ha explicado Blázquez.
En cuanto a cómo afectarán a la posventa las nuevas tecnologías, Faconauto ha destacado que el automóvil eléctrico no tendrá impacto en la facturación de chapa y pintura de los concesionarios, pero sí tendrá en mecánica, electromecánica y mantenimiento, "pudiendo descender la ganancia de estos trabajos un 70%".
El vehículo autónomo "hará caer" hasta un 70% la facturación de los concesionarios por reparaciones de chapa y pintura, "ya que tendrán menos choques", mientras que aumentará hasta un 40% la facturación derivada de reparaciones mecánicas, "al ser éstas más caras por la compleja tecnología que incorporan este tipo de automóviles".