Durante la campaña especial de vigilancia de alcohol y drogas llevada a cabo por la DGT entre el 8 y el 14 de agosto, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil detectaron 3.105 conductores que dieron positivo, 444 al día, de un total 201.938 conductores controlados.
El número de controles realizados con respecto a la campaña del año anterior (48.000 más) ha sido mucho mayor, pero el porcentaje de conductores que conducían bajo la influencia de esas sustancias permanece relativamente estable.
No obstante, 444 conductores fueron detectados cada día al volante tras haber consumido alcohol y/o drogas, el 83,6% de ellos tras someterse a un control preventivo y el resto por infracciones, accidentes o por presentar síntomas.
Las cifras de positivos en alcohol
En el caso del alcohol, los conductores profesionales, los motociclistas y los conductores noveles han representado el 3,9% de los positivos en esta campaña, con 18, 35 y 48 casos respectivamente.
De las 200.731 pruebas de alcoholemia realizadas en total, 2.591 resultaron positivas.
Contra 262 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial, bien por conducir con una tasa superior a 0,60 mg/l en aire, bien por negarse a realizar la prueba.
Las cifras de positivos en drogas
Respecto a las drogas, de los 514 conductores que dieron positivo a alguna sustancia, la mayoría, como viene siendo habitual, lo hicieron por cannabis (69 %), seguidos por cocaína (42 %), anfetaminas y metanfetaminas (31 %) y opioides (6%).
Además, 12 conductores fueron puestos a disposición judicial por conducir bajo la influencia de sustancias psicotrópicas o por negarse a realizar el test de drogas.
¿Cuántos consumieron y condujeron sin llegar al máximo permitido?
Es importante remarcar que en los controles realizados con motivo de esta campaña, más de 4.750 conductores fueron detectados con tasas inferiores al límite máximo permitido.
De ellos, 4.518 fueron detectados en los controles preventivos: 184 por una infracción, 41 tras un accidente y 7 por presentar síntomas.
Ponerse al volante habiendo consumido alcohol u otras sustancias afecta a la seguridad vial aunque no se superen las tasas límites marcadas por la DGT. Lo adecuado es conducir con una tasa de 0,0g/l en sangre.
Tráfico recuerda que estas campañas “no solo sirven para detectar a aquellos que infringen la ley, sino también para alertar y concienciar de todos aquellos conductores que, aun no siendo denunciados por no superar la tasa máxima permitida, sí se ponen al volante de un vehículo habiendo ingerido alcohol”.