El estudio, presentado el pasado miércoles en Madrid por Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y presidente de honor de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), se basa en el análisis de 80.239 siniestros de tráfico debido a una salida de vía en las carreteras españolas entre 2017 y 2023, a partir de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Las salidas de vía representan una frecuencia media de 12.000 percances cada año, causantes de unos 500 fallecidos y más de 1.500 heridos graves. Además, suponen un 33,5% de los siniestros interurbanos y un 3,9% de ellos son mortales. No obstante, esa causa está detrás de cuatro de cada 10 personas fallecidas en vías interurbanas en España.

Pandemia silenciosa

Las carreteras convencionales aglutinan el 61% de esos siniestros y el exceso de velocidad está presente en el 72% de los casos. Casi el 54% de los vehículos implicados son coches, con una edad media que supera los 10 años. "La velocidad inadecuada no es solo un exceso sobre el límite. A veces basta un error de cálculo, un segundo de distracción o un cambio brusco de condiciones meteorológicas. En carreteras convencionales, esos segundos son mortales, donde se pierden muchas vidas", según Montoro.

Por otro lado, Montoro apuntó que "las salidas de vía son uno de los grandes dramas ocultos de la seguridad vial en España". "Nos hemos acostumbrado a hablar de los siniestros por distracción o por velocidad, pero casi nunca de las salidas de vía, pese a que son las que más vidas se llevan. Es una pandemia silenciosa en las carreteras españolas", añadió.

Subrayó que cerca de 16.000 personas murieron desde 2000 por salida de la vía en España y otras 450.000 sufrieron heridas de mayor o menor gravedad. "Una gran tragedia personal, sanitaria y social. Muchos de estos siniestros podrían haberse evitado con mayor formación y con infraestructuras más inteligentes", destacó.

Tecnología aplicada

El estudio cuantifica por primera vez el impacto potencial de los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) en la reducción de estos siniestros, ya que podrían intervenir en un 49,5% de todas las salidas de vía y en el 59,7% de las que provocan fallecidos o heridos graves.

Los ITS permiten detectar, comunicar y corregir riesgos en tiempo real mediante sistemas como la señalización dinámica, la gestión automatizada de velocidad, los avisos por meteorología adversa, los radares de tramo o los paneles que alertan de la fatiga y el estado del pavimento.

"Estamos ante un cambio de paradigma. Los ITS no sustituyen al conductor, lo acompañan. Le informan, le anticipan el peligro y, si es necesario, adaptan la vía a la situación. La tecnología permite que el entorno sea tan inteligente como el vehículo", indicó José Ignacio Lijarcio, coordinador del estudio e investigador del Intras.

Lijarcio sentenció: "En casi seis de cada diez salidas de vía graves o mortales, un sistema ITS bien ubicado habría podido intervenir. Eso significa que la tecnología tiene un poder de prevención real, medible y accesible. El coste de no aplicarla ya no es económico, es humano".