La medicina personalizada para el tratamiento del cáncer está dando pasos hacia adelante, pero para el impulso de las alianzas público-privadas es determinante ofrecer una respuesta conjunta y mejorar los esfuerzos para controlar esta enfermedad.

Se requiere voluntad y un acuerdo urgente entre las autoridades sanitarias, las compañías farmacéuticas y biotecnológicas, de todas las organizaciones del sector para que los avances no sólo sean esperanzadores, sino una realidad a corto plazo para el paciente, asegura la socia y directora Senior de Health Europa en LLYC, Gina Rosell.

Tres acciones para acelerar la adopción de medicamentos innovadores de cáncer que el informe resalta pasan por saber cómo usar la data para conocer mejor los 'insights' de pacientes y médicos. A través de la Inteligencia Artificial y el uso de 'Big Data', según el informe, se puede saber más sobre las necesidades insatisfechas y los patrones de comportamiento.

Entender el contexto en el que se diagnostican y prescriben tratamientos podría impactar en la planificación de las áreas de 'medical affairs', acceso, estrategia comercial, comunicación y relacionamiento y, además, usar las nuevas tecnologías, canales y tendencias en comunicación permitirían un acercamiento genuino con los públicos.

También se señala la necesidad de implementar un análisis sobre el panorama de las políticas públicas y el entorno regulatorio y, asimismo, el estudio asegura que es clave tener un equipo especializado, con conocimiento del ecosistema de salud y en las áreas terapéuticas, para entender la normativa vigente o evaluar iniciativas en favor de los pacientes.

El objetivo es trabajar de manera coordinada con los tomadores de decisión para eliminar las barreras que impiden que los pacientes puedan tener acceso a los tratamientos más innovadores que cuidan y salvan vidas, indica.

Por último, el informe aconseja crear una nueva narrativa basada en la innovación y la colaboración a través de alianzas y para ello se requiere un enfoque de colaboración y acciones que lleven la innovación a quien más lo necesita. Este contexto representa una oportunidad única para construir una narrativa que posicione a las empresas como actores fundamentales para contribuir a la mejora del paciente y de los sistemas de salud.