Actualmente, el cáncer es una de las enfermedades que más trabajo ha generado en los diferentes laboratorios, los cuales han invertido grandes cantidades de dinero desde hace años para dar respuesta a las diferentes incógnitas que se plantean. Una de ellas tiene que ver con las implicaciones de las células humanas en este proceso.

En relación a este tema, uno de los últimos estudios ha tratado las complejidades de las vías bioquímicas en el desarrollo del cáncer. Un grupo de investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos) ha descubierto que una tipología de azúcar, presentada en forma de glucosa, contribuye en buena medida a construir moléculas de ADN. Una vía que, cuando está hiperactiva, origina cáncer y una fuerte resistencia a la quimiorradioterapia.

Así, con esta investigación, que puede consultarse en la revista 'Nature Chemical Biology', se permite conocer que las células cancerosas crecen rápidamente y que necesitan más glucosa que las normales para reprogramar su metabolismo.

Células cancerosas
Células cancerosas | Pixabay (Archivo)

Un conocimiento que no sería posible si antes no se hubiera determinado la manera en que los nutrientes que las células engullen modifican las proteínas, como resultado de la adición del azúcar beta-N-acetilglucosamina ligada a O (O-GlcNAc). Además de estos cambios, relevantes en diversos procesos celulares, una serie de experimentos posteriores, en laboratorio y con ratones, han averiguado que la denominada enzima fosforibosil pirofosfato sintetasa 1 (PRPS1), implicada en la síntesis de nucleótidos y modificada por O-GlcNAc, es clave en la evolución del cáncer.

Los autores de este trabajo, liderado por el profesor del Departamento de Oncología de Georgetown Lombardi Huadong Pei, también han informado que diseñan fármacos para la síntesis de nucleótidos de ADN, en concreto los que contribuyen a sensibilizar el cáncer de pulmón o a mejorar la respuesta a tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Al mismo tiempo, han asegurado que hoy en día están examinando, con ratones injertados con tejido de cáncer de pulmón humano, la validez de este tipo de medicamentos contra el cáncer de pulmón.