Este movimiento, fundado por la cardióloga Leticia Fernández-Friera e inspirado en la asociación americana de corazón de mujer, las personas con enfermedad cardiovascular como hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica o diabetes elevan el riesgo de sufrir un infarto por acumulo de excesos: "Suelen comer más grasas, más dulces, ingerir más alcohol y comidas con sal y, por contra, olvidan la medicación pautada".

Por ello, según Fernández-Freira, "es necesario una mayor concienciación y saber identificar los principales síntomas en caso de que un familiar pueda estar sufriendo un ataque al corazón para acudir lo más pronto posible a un servicio médico". Fernández-Freira recuerda que los desencadenantes de un infarto se manifiestan con mayor o menor intensidad en función del sexo.

hombre con dolor en el pecho
hombre con dolor en el pecho | Sinc

En los hombres, los síntomas clásicos de un evento cardiovascular incluyen dolor u opresión en el pecho o en la zona del estómago, que dura unos minutos o desaparece y vuelve, mientras que las mujeres este dolor no es el síntoma más perceptible. Según esta cardióloga, las mujeres son más propensas a sufrir otros síntomas como molestias en ambos brazos, espalda, cuello, mandíbula, hombros o en la zona del estómago, con respiración entrecortada con o sin molestia torácica, vómitos, náuseas, sudoración, aturdimiento y mareos.

Síntomas y mortalidad en mujeres

A diferencia de los hombres, es más habitual que las mujeres tengan estos síntomas cuando están en reposo o sin hacer grandes esfuerzos. Por ello, desde el movimiento Corazón de Mujer consideran que es importante conocer bien la sintomatología para prevenir y actuar con tiempo. Y es que las mujeres tardan una media de 30 minutos más en acudir al hospital cuando sufren un infarto.

Salud cardiovascular mujeres
Salud cardiovascular mujeres | Pexels

En cuanto a la mortalidad tras un primer ataque el corazón, en la mujer es un 20% superior a la del hombre. Los expertos de Corazón de Mujer recomiendan minimizar el riesgo llevando un control sobre la alimentación en estas fiestas, evitando situaciones de estrés y, en cualquier caso, realizando revisiones cardíacas con periodicidad para reducir la incidencia de sucesos agudos.