El grupo de investigación de Oncología Básica y Clínica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) ha elaborado unos biomarcadores capaces de determinar los lugares de máxima exposición a sustancias químicas que pueden ser carcinogénicas en los lugares de trabajo.

Este diseño podría ser de gran ayuda para prevenir los factores de riesgo de cáncer en el entorno laboral, ya que el desarrollo de esta enfermedad originada en el lugar de trabajo encuentra su explicación en la exposición a carcinógenos, pero aparece años después de la misma.

En Europa, el cáncer que se origina en el entorno laboral constituye la primera causa de muerte, mientras que, en España, su cifra está subestimada debido a la dificultad para identificar el agente carcinógeno al que el empleado se encuentra expuesto, reconocido en el 0,1% de los casos que se diagnostican.

Además, datos recientes de la Comunidad de Madrid alertan que la mitad de trabajadores que se encuentran expuestos a un agente carcinógeno, también lo están a otros cuatro más (y/o mutagénicos), dando lugar a una multiexposición laboral.

El estudio propone el uso de biomarcadores de efecto para biomonitorizar la exposición de la población laboral y afirma que su uso es clave para identificar la relación entre la exposición a sustancias químicas ambientales con los efectos de salud asociados.

El artículo, publicado en la revista Environmental International, destaca el valor diagnóstico que tendría el seguimiento de los trabajadores que se encuentran expuestos a una mezcla de sustancias químicas.

En este sentido, se describen diferentes biomarcadores de efecto para la monitorización y vigilancia de la exposición en el entorno laboral. Además, en ellos se incluye información sobre el modo de acción de los agentes carcinogénicos en función de la exposición a sustancias químicas simples y mezclas complejas.

Todo ello permite evaluar el riesgo para la salud humana en el siglo XXI, pues vinculan la exposición global del individuo (exposoma) e incorporan tecnología novedosa (métodos in silico, QSAR, moedelización PBK/D, e información de las ‘ómicas’).

El uso de esta estrategia que incluye las medidas de exposición a los carcinógenos y el uso armonizado de los biomarcadores de efecto puede ayudar a elaborar políticas de riesgos laborales, especialmente para evaluar el riesgo a mezclas químicas, muy importantes en el cáncer ocupacional.