El nuevo tratamiento revolucionario contra el cáncer se basa en los inhibidores de puntos de control, que desencadenan una respuesta inmunitaria contra las células cancerígenas. Desafortunadamente, este tratamiento no es eficaz en todos los tipos de la enfermedad, como ocurre con el cáncer colorrectal.

Por ello, una nueva investigación del Hospital General de Massachusetts (MGH), en Estados Unidos, y de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza, ha abierto un nuevo camino para comprender por qué ocurre esto, y presenta una estrategia dedicada a superar su resistencia.

El cáncer colorrectal constituye la segunda causa de muerte relacionada con el cáncer a nivel mundial debido al desarrollo de metástasis en el hígado. La mayoría de cánceres colorrectales que se extienden al hígado no responden a los inhibidores de puntos de control inmunitarios.

Cuando los científicos inyectaron células de cáncer colorrectal bajo la piel del flanco posterior de los ratones, las células respondieron bien a los inhibidores de puntos de control inmunitario, a diferencia de lo que ocurría con los pacientes.

Debido a esta contradicción, los investigadores adoptaron un nuevo enfoque ortotópico (que significa ‘el lugar normal del cuerpo’) basado en inyectar las células cancerosas en los lugares anatómicos pertinentes, como el colon, donde surgen las células del cáncer colorrectal, o el hígado, donde se produce la metástasis.

Con ello, descubrieron que los modelos de ratón de cáncer colorrectal resultaban muy resistentes a los inhibidores de puntos de control, de forma similar a lo que ocurría en los pacientes.

Los resultados evidenciaron que el entorno en el que crecen las células cancerosas puede influir en la eficacia de la inmunoterapia. Lo más importante es que los modelos otrotrópicos constituyen un camino para estudiar por qué se produce esta resistencia.

Los científicos también observaron que la metástasis hepática carecía de ciertas células inmunitarias, llamadas células dendríticas, necesarias para activar otras células inmunitarias, los linfocitos T citotóxicos, que pueden eliminar a las cancerosas.

Al aumentar el número de células dendríticas dentro de este tipo de metástasis, incrementó la cantidad de linfocitos T citóxicos dentro de los tumores, de manera que se volvieron sensibles a los inhibidores de puntos de control inmunitarios.

Con todo ello, el estudio evidencia la importancia de los modelos tumorales ortotópicos en los estudios de inmunoterapia y recalca la importancia de las células dendríticas para que el tratamiento de los puntos de control inmunitarios resulte efectivo.

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