Los expertos insisten en la importancia de la detección temprana debido a que duplica la de supervivencia. Las pruebas específicas para este tipo de cáncer aún no existen, por lo que es importantísimo realizarse pruebas ginecológicas. El cáncer de ovario supone un 3% de los tumores malignos y es el cuarto tipo de cáncer más común en mujeres, que ha hecho que durante este año se diagnostiquen más de 3.700 casos en España. El tipo de cáncer más común es reconocido como carcinoma epitelial, que produce células que recubren la superficie externa del ovario representando el 85-90% de los casos detectados.
El cáncer de ovario no produce síntomas iniciales, algo que dificulta su detección. El 70% de las pacientes diagnosticadas en fase inicial presenta molestias como dolor, distensión abdominal y digestiones pesadas. Sin embargo, también pueden presentarse otros síntomas como la ascitis, la sensación de llenado gástrico rápido con la masa abdominal palpable. Los avances tecnológicos están haciendo que el cáncer de ovario tenga distintos tratamientos sea del tipo que sea. Por ello, resaltan la importancia y el valor de la enfermería y del nivel de socialización del paciente durante el proceso.
