El periodista Rodrigo Terrasa repasa en su libro 'La ciudad de la euforia' los escándalos de corrupción más llamativos durante el mandato del PP en las instituciones de la Comunidad Valenciana entre 1995 y 2015. Casos que, además de tener ingredientes irresistibles y protagonistas difícilmente explicables, son parte de una de las etapas más bochornosas de la política nacional.

En 'La ciudad de la euforia', Terrasa inserta testimonios personales de algunos de los protegidos de la Agencia Valenciana Antifraude. Inspirado en la novela de ficción sobre casos de corrupción valencianos, 'Un dinar un dia qualsevol', del periodista y escritor Ferran Torrent, Terrasa encontró la base de su nuevo proyecto.

El escritor asegura que "la corrupción suele responder a la sensación de impunidad". El Partido Popular estuvo gobernando en Valencia durante dos décadas, tiempo suficiente para sentirse impunes, libres de castigos electorales. El proceso de documentación al que tuvo que someterse Terrasa para escribir y detallar 'La ciudad de la euforia', no le supuso gran complicación.

El periodista ya contaba con muchos archivos al ser un proyecto e idea que arrastraba desde hace muchos años: "Tenía muchas transcripciones de conversaciones intervenidas por la Policía", confiesa. Pero además, también contaba con otra serie de informaciones como la cena organizada en el yate de Enrique Ortiz, empresario español, para celebrar el archivo de una investigación mientras veían un partido de la selección española de fútbol. Aunque esta noticia se publicó, en el libro aparecen todas las personas que estaban en esa cena, qué cenaron, qué partido estaban viendo, los equipos que jugaban...

"Lo cuentas y nadie se lo cree", dice Terrasa. Y es que, en 'La ciudad de la euforia', aparecen relatos de todo tipo y de lo más surrealistas, pero que fueron reales. Un tipo que desaparece y acaba reconvertido en casi un chamán, un empresario de las basuras que graba con cámara oculta a los empresarios a los que investiga, un político corriendo en trikini por los pasillos de un hotel en Andorra, son algunos ejemplos de, por así describirlo, la parte más cómica del libro.

Sin embargo, Rodrigo Terrasa buscaba hacer un contraste entre la caricatura de los personajes de la fiesta desmedida valenciana por parte de estos políticos y el sufrimiento vivido por los protegidos que denuncian situaciones de acoso, presión psicológica, malos tratos o amenazas al hacer frente a algunos de estos altos cargos.

'La ciudad de la euforia', en resumidas cuentas, es una visión de las trazas de corrupción que la política española sigue conteniendo muy fácilmente. "Las prácticas son exactamente iguales que las ocurridas en Valencia hace muchos años", sentencia Terrasa.