Luis Landero retoma la memoria y las lecturas de su particular universo personal donde las dejó en 'El balcón en invierno' como temas centrales de su nuevo libro 'El huerto de Emerson'.

"Si 'El balcón en invierno es un retrato figurativo 'El huerto de Emerson' es un retrato más impresionista, quizá más subjetivo y con un toque ensayístico" señala Landero.

En 'El huerto de Emerson' combina de una manera exquisita los recursos de su infancia en Extremadura con su adolescencia en Madrid y las escenas vividas a través de lecturas que siente como si formasen parte del mundo real.

"Emerson es filósofo norteamericano que dice que todos somos únicos y originales y lo compara como si todos hubiéramos recibido en herencia un terrenito, un huerto, donde tenemos que cultivar lo nuestro [...] y en eso consiste el arte de ser nosotros mismos" comenta Landero sobre el curioso título de la novela.

En 'El huerto de Emerson' asoman personajes de un tiempo aún reciente, pero que parecen pertenecer a un ya lejano entonces, y tan llenos de vida como Pache y su boliche en medio de la nada, mujeres hiperactivas que sostienen a las familias como la abuela y la tía del narrador, hombres callados que de pronto revelan secretos asombrosos, o novios cándidos como Florentino y Cipriana y su enigmático cortejo al anochecer.

A su vez estas historias se mezclan con algunas lecturas que más han aportado al propio autor.

"Para mí los libros que he leído con devoción, con fervor, son libros que se han ido incorporando a mis experiencias [...] leer es una experiencia vital" comenta Landero durante la entrevista.