Cada invierno, la cantidad de hielo marino aumenta y llena casi toda la cuenca del Océano Ártico. En marzo alcanza su máxima extensión, y luego en verano va desapareciendo. El hielo que no se derrite en verano, es decir, que sobrevive al menos a una temporada de deshielo, tiene más probabilidades de resistir veranos futuros. Ese es el llamado hielo perenne, que es más grueso. Un estudio de la agencia meteorológica estadounidense muestra cómo este tipo de hielo es cada vez menos común en el Ártico, y enseña cómo se ha ido derritiendo constantemente desde 1980.

La Agencia Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA), ha publicado una animación que muestra una clara disminución de la cantidad de hielo, especialmente de hielo perenne, en las últimas décadas. En el vídeo se puede ver la evolución de la proporción de hielo de diferentes edades desde 1987 hasta principios de noviembre de 2014.

En el vídeo el color azul más oscuro representa el "hielo de primer año", que se formó en el último invierno. El hielo más antiguo, representado por el color blanco, es el que tiene más de nueve años de edad. Como se ve en la animación, el hielo del Ártico no está quieto, se mueve continuamente. Hacia el este de Groenlandia, el hielo siempre ha salido hacia el océano a través del Estrecho de Fram.

Sin embargo, la pérdida de hielo a través del estrecho solía compensarse por el crecimiento del hielo de la corriente oceánica Beaufort Gyre, al noreste de Alaska. Allí, el hielo perenne
podría persistir durante años. Sin embargo, a comienzos del siglo XXI las aguas más cálidas hacen que sea menos probable que el hielo pueda sobrevivir a su paso por la parte más meridional del giro.

La situación de los últimos años

A partir de 2008, el hielo muy antiguo se contrajo a una estrecha franja a lo largo del archipiélago ártico canadiense. En septiembre de 2012, la fusión de hielo marino del Ártico batió todos los registros anteriores. El deshielo fue menos grave en 2013 y 2014. De acuerdo con el Informe de 2014 del Ártico, el derretimiento menos extremo proporcionó una oportunidad para que un poco más de hielo de primer año pasara a convertirse en perenne.

Entre marzo de 2013 y marzo 2014, el hielo de primer año se redujo de 78% a 69%, lo que sugiere que una parte sustancial de hielo marino del Ártico sobrevivió a la fusión del verano de 2013; y aumentó el hielo de segundo año del 8% al 14%; el hielo de cuarto año y el hielo más viejo subieron del 7,2% al 10,1%. En general, la cantidad de hielo marino perenne en marzo de 2014 subió lo suficiente para aproximarse a la media 1981-2010. No obstante, la tendencia a largo plazo sigue siendo a la baja. En 1980, el hielo más antiguo (de cuatro o más años de edad) componía el 26% de la masa de hielo; a partir de marzo de 2014 era el 10%. El hielo muy antiguo (de más de 7 u 8 años) se ha convertido en aún más raro.