El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció sus intenciones de retirarse del Acuerdo de París en junio del 2017 y dos meses después, el Departamento de Estado, comunicó formalmente su decisión de abandono. Sin embargo, en el Acuerdo se indica que un país no puede comenzar el proceso de abandono hasta tres años después de la entrada en vigor.

El acuerdo fue aprobado a finales del año 2015 durante la vigesimoprimera COP de París y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Por lo que ahora, Estados Unidos, puede iniciar su proceso de desvinculación, a menos de un mes del inicio de la COP25 de Madrid.

Sin embargo, la salida no sería inmediata, sino que tardaría al menos un año en concretarse y, si se da la circunstancia de que en las próximas elecciones estadounidenses (3 de noviembre de 2020), seis días antes de la COP26 de Glasgow, saliese elegido otro presidente, esta decisión podría cambiar sin ningún problema puesto que la salida del Acuerdo no es irrevocable.

El nuevo presidente podría volver a participar en el Acuerdo de París, después de asumir el mandato en enero de 2021, en un sencillo proceso que tardía unos treinta días tras la presentación de la solicitud formal.

Además, desde Periodistas por el Clima recuerdan que Estados Unidos junto con China es el país que más emisiones de CO2 emite y que, según la Evaluación Climática Nacional, la crisis climática se extiende ya por todos los sectores y regiones del país, afectando a millones de estadounidenses en su salud, vivienda y medios de subsistencia.